Si cada vez que alguien te cuenta que la meditación le cambió la vida escuchas una vocecita en tu interior te grita…
“¡Qué flojera eso de meditar!, ¡es imposible dejar la mente en blanco!”
“Yo no tengo tiempo para prender la velita, el incienso, la música relajante,
ponerme el outfit de yogui espiritual y la alfombra. ”
“No, eso no es para mí. (Y mira que lo he intentado, aunque nunca lo confesaré)...”
¡Enhorabuena! Has llegado al lugar correcto.
Porque aquí llegamos para abandonar los mitos que la mayoría piensa sobre qué es meditar y vamos a contarte la verdad sobre lo que sí es meditar, cómo comprender qué pasa en tu cerebro cuándo lo haces y cómo integrar ese hábito en tu vida sin tener que usar todos los accesorios que te vendieron que debías usar.
La idea romántica de la meditación perfecta solo sirve para una cosa: parecer más cool en Instagram.
Las personas reales e imperfectas navegamos en el caos de la vida, tenemos problemas inesperados, hay conflictos en la familia, y todos buscamos cómo mantener la calma.
Si es posible sostener la atención a pesar de las tormentas que se desaten allá afuera.
Sin tanto drama, falsa perfección ni tanto accesorio.
Ya sea que estés batallando contra la ansiedad, la depresión, lidiando con algún trauma o te encuentres atascadx en una relación difícil, cada vez hay más evidencia científica de que la meditación te puede ayudar.
Meditar no se queda en repetir por repetir, meditar es todo un proceso interno de autoconocimiento.
MEDITACIÓN es aprender a recuperar la paz y bajarle el volumen al ruido mental sin importar que fuera todo sea un caos.
Y es que encontrar la calma en un espacio sin ruido, con las condiciones ideales y sin distracciones es muy bonito sí, pero tú y yo sabemos que (la mayoría de las veces) es irreal.
En el mundo real tenemos jefes que nos enojan, hijos que nos hacen perder la paciencia, tráfico que nos hace llegar tarde a una cita importante, familiares que se enferman, amigos con los que discutimos o facturas inesperadas que nos descolocan la planificación.
Si quieres aprender a recuperar la calma en momentos complicados, traer tu atención de regreso al momento presente y aceptar tus emociones sin juicio…
Te invito a unirte al club de los meditadores rebeldes que meditan a su manera y saben cómo abrazar el caos y la incomodidad de la vida.
No lo digo yo, lo dice la ciencia:
Meditar te ayuda a encontrar el camino de regreso a TU presencia, un lugar donde la paz siempre está disponible para ti.
El lugar que te permite ser TÚ.
Obviamente esto no sucede de la noche a la mañana. No hay atajo a tu propia presencia. Si no que se construye en pequeños pasos. En este taller experimentaremos todos.
En resumen, cuando integras en tu vida el hábito de meditar te conoces mejor, fortaleces tu atención, despiertas la compasión, y expande tu capacidad de aceptar la vida cómo es.
En otras palabras: Aprendes a dejar las peleas innecesarias, (sobre todo las que son contigo mismx).
Recuerda que dónde pones tu atención pones tu energía.
TE PRESENTO
EL MANIFIESTO IMPERFECTO DEL CLUB DE MEDITADORES REBELDES
¡HOLA! SOY MARIANA FRESNEDO
y también soy una Meditadora Rebelde
Lo reconozco, durante muchos años fui la persona más escéptica y racional del mundo.
Lo que yo no podía comprobar con ciencia y datos duros… ¡ADIÓS! Básicamente no me lo creía.
Por mucho tiempo, viví en el error pensando que la "felicidad" era un término de hippies, y la depresión era de los flojos.
Sin saber que todo eso era realmente una excusa para no mirar dentro de mí. Vivía totalmente desconectada de mí, de la fe y de la confianza.
Escuchaba por todos lados que mis pensamientos crean mi realidad y yo no entendía nada. Hasta que en Física Cuántica empecé a encontrar muchas respuestas a estas preguntas.
Encontré respuestas reales, sin esa "magia ciega" a la cual pareciera que solo algunos tienen acceso.
Entendí el mundo energético, por qué y cómo somos vibración, las frecuencia a las que vibramos, la ley de la atracción, el "despertar" de consciencia, y cómo con todo esto, creamos nuestra realidad.
Y gracias a vivir en primera persona mi propio proceso de sanación es que hoy puedo cumplir con mi propósito de ayudar, guiar y acompañar al máximo número de personas en el camino de consciencia.
Seguramente me has escuchado en:
